Si nos detuvieramos a observar unestro día a día, nos dariamos cuenta que la mayoría de ellos en el transcurso de sus 24 horas suele traernos algún bonito regalo.
Nos parecen cosas que suceden porque tienen que suceder, o simplemente porque forman parte de la vida, pero lo cierto es que podrían no suceder, o ser diferentes de como transcurren.
Ayer, el miércoles me regaló una bonita sobremesa. Hoy, el jueves me ha regalado el encuentro con un exalumno.
La sobremesa tenía que darse puesto que fui a comer, pero no tenía porque ser tan agradable como fue, de hecho no pensé en ningún momento que lo sería.
El encuentro con mi exalumno es una de esas cosas que suceden cuando te mueves por la misma ciudad, pero no tenía porque ser alguien que me mostrara tanto cariño, simplemente podría haber sido de los que te dan la espalda (Pocos, muy pocos, apenas uno, pero lo hay)
Entonces ¿son las cosas porque tienen que ser o son regalos que la vida nos hace en su día a día?
No hay comentarios:
Publicar un comentario