martes, 23 de octubre de 2012

Abusos y pederastias.

Que una niña de 13 años consienta mantener  relaciones sexuales con un adulto de 39, no significa que el adulto no sea un pederasta. El caso de “el Salobral” no tan solo deja al descubierto que gozamos de una legislación primitiva, sino que pone de manifiesto, una vez más, la hipocresía de una sociedad que se escandaliza por la legalización del aborto a los 16 años pero admite que una niña de tan solo 13 años pueda quedarse embarazada de un adulto.
Guillermo Cánovas, es el presidente de la asociación Protégeles, y nos habla de “Desarrollar acciones que le permitan conocer las condiciones en que los menores ejercen sus derechos, los adultos los respetan y la comunidad los conoce”.
Y añade: "La protección de los menores en Internet es la gran asignatura pendiente"
Cierto, lo es.  Y lo es porque, a través del ordenador pueden verte por la cam aun estando aparentemente apagada, pueden leer lo que escribes, pueden oir lo que hablas... en definitiva, pueden controlar tu ordenador hasta convertirlo en un zombi. O asi es como lo llaman los expertos.
Y todo esto nos lo cuentan en internet. Y todo esto lo sabe y lo cuenta en los colegios la policía. Y todo esto esta pasando en montones de ordenadores sin que sus dueños lo sepan. Y todo esto es una extorsión que sufrimos muchos sin poder hacer nada.
Si, espero que el señor Guillermo Cánovas sepa todo lo que un pederasta puede hacer a través de su ordenador, porque estoy convencida de que hay infinitamente más de los que creemos.
Espero que consigan la forma de proteger a los menores de cualquier abuso, y espero también que se publiquen los nombres y las fotografías de todo aquel que escondido detras de la red, abusa de un menor o de cualquier persona. Si, lo espero.

viernes, 19 de octubre de 2012

Tremperas y destremperas.

En los blogs se suele escribir de deportes, de crisis, de política, de injusticias sociales... Todo ello interesante y actual, pero hay algo que mueve el mundo y de lo que últimamente hablamos poco, muy poco o nada, el amor. Y el amor conlleva una palabra que me gusta, trempera.
La palabra trempar no existe en castellano puesto que es una palabra catalana. Su significado exacto es: Posar-se el penis en erecció, mantenir-s'hi. Y añade una frase a modo de ejemplo: En veure-la nua va trempar.
Teniendo en cuenta que es una expresión coloquial y que su traducción literal al castellano seria templar, no me queda otro remedio que intentar acercarme lo más fidedignamente posible a su traducción. Seria algo así como: ponerse en buena predisposición sexual ante algo que nos atrae. Si, algo así (yo misma me quedo sorprendida de cómo me he aproximado a su definición castellana.)
Pero como muy bien nos dice el ejemplo, en veure-la nua va trempar, a cada cual le hacen trempar cosas diferentes, y por consiguiente, le destrempan cosas que a otros pueden hacerle trempar.
Antes de continuar quiero aclarar que a pesar de que la definición se refiera tan solo al sexo masculino, las mujeres también trempamos, sin erección claro, pero trempamos, o dicho de otra forma, nos ponemos en buena predisposición sexual cuando algo de/o alguien nos atrae.
Y aquí estoy esta tarde lluviosa de octubre dispuesta a hacer una lista de las cosas que me hacen trempar y destrempar. No es la lluvia, simplemente he empezado a hacer la lista mentalmente durante una mini conversación por whatsapp.
Me hacen trempar  (siempre que el sujeto  que está a mi lado me interese):
Una mirada, una sonrisa, un olor fresco, unas manos cuidadas, una caricia, la música , un guiño de ojo, una cena , una verdad dicha con delicadeza, un  hola significativo, un adiós añorando el retorno, una puesta de sol , viajar o andar por la ciudad junto a alguien que, con complicidad,  me ha guiñado el ojo, el silencio del cine , la risa compartida, la conversación amena, el silencio verbal mientras se bucea en los ojos del otro, las ganas de vivir y compartir…
Todas estas cosas han hecho que viviera momentos de trempera alucinantes.
 Me destrempa (del sujeto del que pueda estar colgada)
La mirada huidiza, los olores fuertes, el olor a comida (independientemente del  lugar y la hora del día), unas manos descuidadas o sucias, la falta de higiene, las películas porno, los obsesionados con el sexo, la mentira, la cobardía, la verborrea barata, la estupidez, la falta de ilusión….
Si, todas esas cosas me destrempan de tal manera que han conseguido en alguna ocasión que llegara a dejar de lado a alguien que en un principio me había gustado.
Y es que no nos engañemos, cuando la trempera desaparece, al sujeto lo lanzamos por la ventana.